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En la naturaleza, el invierno es tiempo de descanso, de dormir. La vida en el bosque se retira a las profundidades de la tierra durante los días cortos y las noches largas. La nieve es un techo maravilloso que mantiene a la tierra y a sus habitantes, animales y plantas, bien protegidos. Pipa y Pele disfrutan del prodigio de la nieve y aprovechan para salir a jugar sobre su blanco lecho: van en trineo, dan de comer a los animales del bosque, hacen muñecos de nieve, esquían… Mediante la vivencia de las estaciones y la celebración de sus fiestas, el niño puede vivir de manera inconsciente y profunda un ritmo fijo del año, que le aporta seguridad. El ritmo es algo vivo, portador de salud. Pipa y Pele en la nieve nos ayudará, a través de sus preciosas imágenes y la armonía de sus versos, a adentrarnos en las bondades del invierno y nos mantendrá, a pesar del frío, bien calientes por dentro.